La educación no presencial requiere de un tutor que cumpla como profesor, como orientador y que a su vez tengas las técnicas necesarias para adaptarse al medio.
El e-tutor como docente ha de tener el dominio del conocimiento del temario que va a impartir, conociendo a su vez las habilidades necesarias para exponerlo de forma clara. Debe saber organizarse para poder plasmar adecuadamente los contenidos a través de la red. El e-tutor debe introducir el temario de forma esquematizada, reduciéndolo todo lo posible, transmitiendo ideas fundamentales que se interioricen y elaborando estrategias motivadoras que inciten a la actividad del alumnado. Por eso, otra de las características del e-tutor es la de dominar el contenido de forma psicopedagógica.
La función de orientador debe ser cumplida también por el e-tutor. Tiene que guiar al alumno, resolviéndole dudas y siendo empático hacia sus necesidades. Es importante que el e-tutor desarrolle habilidades de interrelación; el elemento motivador es fundamental para que el alumno no abandone el proceso de aprendizaje. El e-tutor como orientador deberá dinamizar el entorno, creando vínculos socioafectivos que faciliten el aprendizaje.
Aunque es cierto que las características de un profesor de e-learning y un profesor presencial coinciden en muchos aspectos, decir que el e-tutor debe hacer especial énfasis en su función como orientador. El alumno, como ya se ha planteado, no debe sentirse aislado, por tanto, el e-tutor tiene que estar constantemente elaborando estrategias que fomenten la participación y la comunicación activa.
Finalmente, un e-tutor debe conocer las tecnologías, aunque sea de forma básica. Requerirá de unos conocimientos que le capaciten para solucionar problemas sencillos. El e-tutor debe conocer los principales mecanismos de comunicación de la plataforma con la que trabaja, pues sólo así el proceso de enseñanza-aprendizaje puede convertirse en activo, constructivo y participativo.
Concluimos pues, que el e-profesor debe desarrollar competencias de carácter pedagógico, ser capaz de orientar al alumnado, adaptándose a las características del programa formativo y tener los conocimientos técnicos necesarios para desarrollarse con soltura en la red.
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