El fin se acerca.
Terminar una carrera nunca es fácil, menos ahora que la situación que nos encontramos asusta hasta al más valiente. Llevo cuatro años de mi vida dedicándome a “estudiar” Pedagogía en la Universidad de Málaga y en cuatro meses será el final.
No voy a dedicar este artículo a la calidad de estos estudios en la UMA porque no me apetece escupir bilis, pero sí voy a hacer alusión a lo desamparado que puede encontrarse uno cuando no sabe por lo que luchar.
Hay ante mí un millar de posibilidades y a la vez ninguna. Creo ser una persona fuerte y capaz de cualquier objetivo, pero no ha aparecido ante mí ninguna persona que me brinde una oportunidad laboral, sea del tipo que sea. Muchos diréis: “menuda mentalidad, esperando que le lleguen las cosas de fuera. Emprende, mujer, que es lo que hay que hacer ahora.” Y yo les diré sí, sí. Emprender es relativamente sencillo, pero encontrar un equipo que tenga las mismas ganas que tú, no tantas.
¿Qué hacer entonces con un título de Pedagogía puesto en el CV? Pues sinceramente, no lo sé.
Aprovecharé mis últimos cuatro meses para moverme por la red y buscar, de alguna forma, algún contacto que me mantenga a flote cuando salte del abismo.
Hola
Fui profesor tuyo, y me pone muy triste leer los comentarios que realizas sobre tu formación en la UMA. Siempre decía en clase que los alumnos debéis superar a los profesores. Si los profesores son buenos, no es tarea fácil… pero debe ser el objetivo final. Yo se que jamás superaré a muchos profesores que he tenido en la UMA, pero mi objetivo es mejorarme cada día y ellos son mi meta. Creo que el pedagogo debe aprender tanto de los buenos profesores, por imitación, como de los malos por evitación. A veces, la bondad de los profesores la ves a tiempo real, en sus clases, en otras ocasiones, y tal vez estan sean las mejores, la bondad eres capaz de descubrirla si llegas a la madurez suficiente profesional y laboral. De todas formas, siempre, te aportarán algo.. tal vez para imitar o para evitar.
Cuando dices que saltarás al abismo con el título de pedagogía bajo el brazo, sin saber donde ir, describes el problema de la pedagogía. Ese problema no se lo plantea un médica… ni un ingeniero, o tal vez si. Tienes un mundo lleno de oportunidades, sólo te queda saber descubrirlas, e interiorizar que no siempre será un camino de rosas, sin embargo, creo que eres muy afortunada. Muchos no han tenido la oportunidad de pasear con un título bajo el brazo.
He visto abandonos por no poder pagar matriculas de alumnos muy buenos, y también he visto como alumnos no tan buenos, «pululan» por la facultad intentando evitar realizar el mínimo esfuerzo.
Te deseo lo mejor, te lo deseaba cuando eras alumna, y te lo deseo ahora que ya eres colega. Cuenta conmigo para lo que necesites.
Un abrazo.