Importancia del mercado editorial

La editorial SM facturó 157 millones de euros en España en el ejercicio 2009-2010. Más de 21 millones y medio de ejemplares al año, de los cuales se incluyen, libros de texto, novelas juveniles, infantiles y de religión.  SM ha crecido un 93.4% en su facturación, debido, entre otras cosas, a su apertura al comercio Iberoamericano.

Con estos datos, nos damos cuenta de la importancia del mercado editorial en nuestro país. La era digital está llegando y es cierto que muchas editoriales están realizando inversiones para digitalizar sus libros de texto y poder entrar en el negocio virtual. No obstante, aún sin haber comenzado a instaurar políticas tecnológicas, las editoriales en vez de disminuir sus ventas, sufren un gran aumento. Pero esto no es todo, con las inversiones realizadas, muchas editoriales dicen estar preparadísimas para la era digital. Una noticia de febrero de 2012 nos dice que el Ministro de Educación, José Ignacio Wert, afirma que apuesta por hacer un “marco específico” para el ebook y equiparar “a efectos fiscales” el libro electrónico con el libro físico.

Con toda esta información recogida, observamos que la era digital en absoluto va a suponer un cambio en el curriculum o en los recursos didácticos como el libro de texto. No se está cambiando la forma de pensar, simplemente se está llevando el recurso de papel a recurso digital. Quizás se modifique la forma, pero los contenidos no parecen estar sujetos a grandes modificaciones.

Aún así, el mercado editorial tendrá grandes cambios en los siguientes años, pues deberán adaptarse a la sociedad tan rápido como puedan. Una constante que se está viendo es la creación de nuevas empresas editoriales independientes. Esta noticia supone un bagaje de oferta cultural más pronunciada, la cual puede ayudar a frenar, si existe iniciativa para ello, la expansión de las grandes editoriales.

El mariposario

Entró en un mariposario. Hacía un calor abrumador, sofocante, irritante para ella. Multitud de plantas exóticas la envolvían. De vez en cuando, se acercaba alguna mariposa por su zona. Podía verlas. Llevaba varias horas sola, sin hablar con ningún compañero de clase. Por desgracia, no había llevado su reproductor de música al viaje. Veía las mariposas revolotear de un lado a otro. Tenían unos colores vivos, intensos, atrayentes.  Un par, blancas, se acercaron juntas pasando cerca de su pelo. Se asustó un poco, luego se giró y las observó irse. Al girarse vio a algunos de sus compañeros reírse. Pensó que se reían de ella. Marchó corriendo de ese sitio. ¿De qué se reían? Nunca nadie lo supo.

Dio otra vuelta por aquel mariposario, aunque ya no había nada que ver. Su mente estaba estancada en su propio malestar. Ese malestar acechador que aparecía en cada viaje. No sabía el porqué de esa realidad, pero conocía de su existencia. Muchas ocasiones tuvo para vivir el malestar propio de las excursiones escolares. Tan solitarias eran esas horas… Al salir del mariposario se dirigió a la fuente de agua. Le encantaba la construcción de esa fuente. Al subir la palanca que accionaba el mecanismo, una gran cantidad de agua brotaba para que se pudiera beber. Canalizada, marchaba por un circuito que estaba envuelto por naturaleza, llegando hasta un laberinto hecho por setos. Ahí, el agua desaparecía por los subterráneos.

Dos horas habían pasado desde que ella estaba por esa zona: la fuente, el laberinto y el mariposario. Perdida, no sabía dónde había que ir. No tenía ningún grupo de amigos y no sabía que ese parque de la ciencia tenía dos pisos repletos de cosas que investigar. Ella se pasó allí esas dos horas mirando el agua, mirando cómo se iban sus deseos y sueños con esa agua que después de un breve viaje desaparecía sin más.

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Max Rafferty y la pedagogía liberal

Una vez un hombre llamado Max Rafferty escribió que una escuela basada en la libertad es una prostituta de la educación. Dar libertad a un niño es sinónimo de inmoralidad. Nadie querrá estudiar si pueden jugar, no los instruirán para la cruel realidad social. Una escuela liberal sólo sirve para corromper, son moradas del Diablo.

Este pensamiento, alejándolo un poco del radicalismo y  quitándole el tono religioso, está muy cercano a los que muchos piensan a día de hoy, 40 años después de publicar esas palabras. Se piensa que dar libertad es sinónimo de problema. No sabrán hacer lo que les pedirán, no se podrán enfrentar a la realidad con la que se van a encontrar. ¿No?

El mundo es natural y artificial a la vez. Ser libre ayuda a vivir y crecer con unas herramientas con las que podrás guiarte a través del mundo sin complicaciones. Ser libre implica tener un espíritu crítico, soñador, creador e innovador. No eres un conformista.

Cuando uno es libre desde pequeño conoce el camino que desea, tiene las cosas más claras que nadie y, probablemente, sepa vivir mejor en esa “cruda realidad”.

Educarnos libres es lo mejor que puede pasarnos.

¿A quién le pertenecen los niños?

Vuestros niños no son vuestros niños.

Son los hijos e hijas del propio anhelo de la vida.

Vienen a través de vosotros pero no provienen de vosotros

y aunque están con vosotros no os pertenecen.

Podéis darles vuestro amor pero no vuestros pensamientos,

puesto que tienen sus propios pensamientos.

Podéis alojar sus cuerpos mas no sus almas,

puesto que sus almas moran en la casa del mañana, que vosotros no

podéis visitar, ni en vuestros sueños.

Podéis esforzaros en ser como ellos, pero no intentéis hacerlos como vosotros,

puesto que la vida no mira ni espera al ayer.

Sois los arcos de los que vuestros niños parten como flechas vivientes.

Abandonaos en manos del arquero: será para bien.

Timelines

Dándole la bienvenida a mi blog reformado y en proceso de mejora, os traigo hoy una herramienta realmente interesante para hacer cualquier tipo de presentación. Se trata de líneas temporales o Timelines.

Los timelines te permitirán tener una gran cantidad de información recopilada y ordenada cronológicamente. Es muy útil para realizar biografías o comentar hechos históricos. De hecho, los timelines también son usados para hacer Curriculums originales. Hay muchas alternativas que hacen a este recurso interesante.

Buceando por la red estuve investigando sobre los Timelines que se pueden encontrar. Haber hay, muchos. Sin embargo, que tengan calidad y se amolden a nuestras necesidades (al menos a las mías cuando tuve que utilizar esta herramienta) se encuentran menos.

Aquí dejo dos, los más interesantes:

Ambas son muy sencillos de usar y están muy bien guiadas. Apenas hay complicaciones en realizar de forma efectiva los Timelines. Os comento que dentro de este recurso se pueden adjuntar videos, links externos a otras páginas que contengan información, fotos y vuestros propios textos.  Una opción muy agradable es que permite incluso poner una imagen de fondo de pantalla, con lo cual el Timeline queda totalmente personalizado.
¡Os animo a que las uséis! Son bastante buenas.
   Como ejemplo, os pondré aquí el Timeline que realicé para Historia de la Educación.

 

 

La mediación y el papel del profesor

 Buscando algunas cosas entre mis papeles del año pasado, encontré un pequeño texto que escribí sobre la mediación a raíz de un trabajo que tuve que hacer. Aquí os lo dejo escrito, por si os interesa. Además, os dejo un ejemplo también de una mediación para aclarar este tema, tan importante en cualquier sector que trabaje con personas.
 
La mediación es un recurso que puede utilizarse para la resolución de conflictos interpersonales o para la prevención de problemas dentro de una institución escolar. El mediador suele ser un tercero cuando se tiene que hacer una intervención y debe seguir una estrategia, previamente estructurada, que oriente a los afectados hasta la solución del conflicto.
 
Suelen utlizarse una guía de preguntas que guíe a los afectados de forma natural, normalmente en espiral, hasta el núcleo del problema. Estas mediaciones se utilizan como herramientas aplicadas con el objetivo de favorecer el aprendizaje activo, donde el afectado aparte de recibir información, la descubre y la investiga.
 
Hay dos tipos de mediaciones dentro de los procesos interpersonales. Los que se basan en la resolución de problemas y los que se basan en ofrecer guías de apoyo para los contextos educativos. Centrémonos en el segundo.
 
Un profe-detective
Imaginémonos a una señora mayor de unos sesenta y siete años que, voluntariamente, ha decidido tomar clases de informática. Obviamente el comienzo de la enseñanza será puramente instructiva. Sólo será posible realizar un aprendizaje significativo cuando haya adquirido ciertas destrezas en el uso del ordenador. El tutor de dicha mujer puede preguntarle cuando realice el ejercicio específico cosas como:
 
«¿Cuáles han sido los pasos seguidos para realizar el ejercicio?»
«¿En qué otro tipo de ejercicios que hemos practicado tienes que hacer algo similar?»
 
Preguntar sirve para afianzar el conocimiento y favorecer el uso de habilidades de forma autónoma.
 
Otro ejemplo, usando el mismo contexto, sería guiar al educando para que se pare a analizar qué otras alternativas existen para realizar un ejercicio y cuáles son las más beneficiosas. Nunca debemos enseñar algo que sólo tenga una dirección. El conocimiento se adquiere por muchas vías.
 
Cada persona es un individuo subjetivo que necesita de un proceso concreto y específico para salir del conflicto en el que se pueda encontrar. Luego, es fundamental conocer y saber estas estrategias de cara a circunstancias que requieran la gestión de normas, las habilidades sociales, la resolución de conflictos, el fomento de la responsabilidad, etc. Básicamente se trata de educar de forma reflexiva con el uso de preguntas.
 

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La banalidad de la vida

Las palabras vacías rondan día tras día por nuestras vidas. Corremos de ellas, muchos de nosotros, pero al parar para coger aire nos vemos envueltos en más palabras, a un nivel más profundo.

Luchar contra la banalidad supone romper con todo lo socialmente establecido y, desgraciadamente, sólo unos pocos sobreviven a estas guerras psicológicas. La mayoría, nos quedamos en combatientes que deben hacer creeer al otro bando que se han convertido. En ese hacer creer, caemos en el juego de las palabras vacías, quedándonos atrapados, de nuevo, en la banalidad de la vida.

¿Qué se supon e debemos hacer? Crear.

Estamos en la obligación de crear una realidad distinta, incorporando banalidad e intelectualidad. Aumentando el grado del segundo ingrediente siempre que podamos. La creación no sucumbe a la banalidad y con ello, el creador.

Del Domesticar

Leyendo al Principito, me pregunté por el domesticar.

Domesticar es hacer especial a algo que en realidad existe cien mil veces. Algo que es semajante a otro algo, cuyo interés no existe. Si uno domestica al otro, se encuentra ante una nueva situación. Si uno domestica al otro, quiere decir que necesita al otro, lo convierte en único en el mundo.

El hacer especial a alguien, domesticándolo, lo llenará de alegría. El sol iluminará su habitación por las mañanas y despertará con entusiasmo. Se sentirá único en el mundo y deseará siempre quererte.

El domesticador deberá perder mucho tiempo en domesticar. El domesticado perderá mucho tiempo en adquirir esa naturaleza. Y, durante este palso de ir dando y recibiendo, se conocerá la verdad de los dos seres que se están haciendo únicos en el mundo. Se conocerán más allá de cualquier superficialidad. Transcurirá dicho tiempo y domesticador y domesticado pasarán maravillosas horas juntos, hasta que alguno de los dos desee, por hastío, cansancio o aburrimiento, cambiar el rol que hasta ahora tenía o modificar al compañero.

Domesticar es una tarea complicada. En muchas ocasiones causa dolor a los implicados, pero al final, aún perdiendo cualquier contacto con nuestra otra parte, conseguimos reconocer que en el hecho de domesticar o ser domesticados aprendemos valiosas lecciones. Del otro adquirimos secretos para seguir avanzando por la vida.

Aunque ésto, no nos impedirá llorar.

De la utilidad de poseer las cosas

Uno puede poseer algo, digamosle flor, digamosle animal. Esa cosa poseída, que también puede ser un ser humano, es beneficiada en algún aspecto por ser de alguien. Consique que la rieguen, consique que lo alimenten, consigue que le den amor.
You’re lost!
Sin embargo, existen cosas que se desean poser y que no recibe beneficio alguno al ser poseída. Entonces, ¿cuál es la razón de su posesión? La queremos para darnos un placer propio. Pero, si la cosa deseada no puede beneficiarse de nuestra posesión, ¿cómo nos beneficiamos nosotros de ser poseídos por esa cosa?
Porque no hay que olvidar que en esta segunda clase de cosas, nosotros somos los poseídos y no los poseedores.
Jessica Prades.

Cuenta tu historia

No hace mucho que entré por primera vez en una institución educativa. Recuerdo el nervio y la ansiedad de dar clase por primera vez. Sentía la necesidad de adquirir conocimiento, por eso antes de comenzar, ya había tenido ciertas clases <> con mi hermana mayor. Estábamos en el sótano del local familiar, entre botellas de vidrio y tanquetas de cerveza, ella con un libro de texto de su curso anterior, yo con una libreta a rayas. Empezamos con la suma, utilizando objetos de nuestro alrededor intentaba hacer que me percatase de que la suma no es más que el uso de los números para contar cosas. Luego, por supuesto, seguimos con el resto de operaciones elementales. Su metodología solía ser siempre la misma: utilizaba objetos exteriores para clarificar el contenido de la materia, luego, cuando el nivel de dificultad aumentaba un poco, como en la multiplicación, realizaba ella mismo un ejemplo que yo contemplaba atentamente para seguir el procedimiento paso por paso. Entendido cómo se hace, asentaba el conocimiento a base de repetir una y otra vez distintas restas, divisiones y multiplicaciones.
 
Durante muchos años aprendí, entendí y proseguí mi curso educativo, sin embargo, durante mi etapa infantil hubo un profesor, una clase, que verdaderamente me hizo perder el tiempo; además de no aportar nada relevante a mi vida. No era otro que el profesor de inglés. Salvador era una persona desmotivada, cansada de su situación y de los niños. Recuerdo como nos miraba desprestigiándonos, sintiendo que estaba en el lugar equivocado. Así era sin duda, pues cada clase con él no era más que un callar y pintar. De pequeña, como muchos otros niños, tenía el cabello rubio y los ojos azules. Debido a mi aspecto muchas personas confundían mi nacionalidad con la inglesa y de tanto repetirme eso y al crecer con un local ambientado para extranjeros, rápidamente me acerqué a ellos para aprender esa lengua que me resultaba tan extraña, y aprendí. No es que supiera hablar inglés, pero tenía muchas nociones y gran vocabulario, anormal para alguien de esa edad.
Quería aprender más y más cosas, pero al llegar a la clase, veía como el profesor se sentaba en su silla, decía la página del libro a la que debíamos acudir y encendía el casette. Exponía brevemente el temario que teníamos que aprender, después, nos ordenaba hacer los ejercicios del work-book para finalizar coloreando todos y cada uno de los muñecos que aparecían, eran muchos. Sentí como quería eliminar esos 15 minutos de profundización en materia por no molestarse, total ¿no es más cómodo estar leyendo otras cosas mientras “30 salvajes” están tranquilos coloreando?
 
Lo malo de este tipo de situaciones es el tiempo que pierdes durante tu infancia en no-aprender. En sentirte impotente por saber que la persona que está justo delante no debería estar ahí y que está influyendo negativamente en tu vida, en tu desarrollo posterior. Si alguien tenía problemas o había un mal ambiente general, nada importaba, él seguía realizando las actividades a través del casette dejándolo pasar: era un estar sin estar.
María Dolores y yo.
Me pregunto ahora, ¿para qué me sirvió la escuela? En infantil, la antigua parvulito, generalmente me aburría. El contenido me resultaba demasiado sencillo y me preocupaba más por la aceptación social que por sacar buena nota, lo hacía sin darme cuenta. Vagos recuerdos son los que me quedan de esa época: un día en el que nos pidieron pintar al que estuviera delante nuestro, decir en voz alta palabras que empiecen por <>, pasar por debajo de la mesa las respuestas a un compañero y el tren que había en el patio… Sin embargo existe algo que he sido capaz de recordar, analizar y juzgar una vez superada la etapa adolescente. Mi profesora de esos años, María Dolores no me prestó especialmente atención, era buena, pero hubo un par de cosas que hoy en día hacen que tenga una mala visión de ella. Por un lado se encuentra mi continuo aislamiento dentro de la clase. Normalmente estaba sola en el patio, dando vueltas, muchos niños se portaban mal conmigo, era muy condescendiente con las peticiones de los demás, a expensas de que fueran perjudiciales para mí, etc. ¿Por qué no se fijó en eso?, ¿Acaso no forma parte de su cometido el informar de esta situación a la familia, incluso intervenir para solventar el problema? El niño y sus problemas es responsabilidad única de la familia y es así como siento que me trató esa profesora. Por otro lado, hubo un detalle que mis padres me comentaron. El contenido era extremadamente sencillo y mis padres se dieron cuenta de que así me lo parecía, así que un día fueron a hablar con mi profesora comentándole si era una buena idea que me ingresaran en un centro educativo privado, cuyo nivel era más alto que el público. Ella dijo que no, que las diferencias eran mínimas. Por desgracia, hoy soy consciente del nivel que muchas escuelas privadas tienen y desgraciadamente, las diferencias no son mínimas, nunca lo fueron.
 
A lo largo de mi vida hubo muchos profesores con estas características. Personas que no aportaban apenas conocimiento e interés, que no se preocupaban por los alumnos y su desarrollo cognitivo. Quizás podría decirse que la educación ha sido una decepción tras otra decepción: profesores que se tiraban 20 minutos leyendo el periódico para no comenzar la clase, que faltaban regularmente no se sabía porqué, papagayos que sólo leían el libro o sólo escribían en la pizarra para que copiases y callases, incluso profesores vascos que ampliaban el temario de estos temas y caían siempre a examen. ­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­
Eran malos profesores, eran malas instituciones. Podríamos decir que tanto el microsistema de la educación como el macrosistema (profesores y colegios) están infectados de funciones negativas para el correcto desarrollo del alumnado, para el buen hacer. Controlarnos, custodiarnos, estancarnos son muchas de las cualidades que las instituciones educativas tienen y siguen realizando cada curso escolar.
 
Ahora, hago una pregunta: ¿Para qué me ha servido la escuela en todos los años en los que he estado escolarizada? Podría ponerme a decir ejemplos y palabras que en general serían negativas: la escuela me ha decepcionado durante toda mi vida y es gracias a mis propias ganas de querer seguir que lo he hecho. ¿Para qué me ha servido? Me ha servido para una cosa muy importante…
 
Me ha servido para querer cambiarla.

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Génesis de la Educación Comparada

“La verdadera grandeza de un pueblo no consiste en no imitar nada de otros, sino en adoptar todo lo útil, dondequiera que se lo encuentre, perfeccionándolo al apropiárselo… Podemos asimilar lo que haya de bueno en otros pueblos sin temor de dejar de ser nosotros mismos»
La educación comparada sirve para obtener recursos de la experiencia ajena; evitar errores y aprovechar aciertos. Al conocer esta materia, vino a mi memoria el recuerdo de cuántas veces criticaba el sistema educativo español y cuánta envidia le tenía al de otros países. Pues aquí está – me dije, aquí está tu asignatura. Hártate hasta que no puedas más. 
Es la herramienta perfecta para conseguir conocer otros países, compararlos y poder tener respuestas a los problemas que se nos plantean diariamente en las aulas.
Aunque breve, decir que mucho me está llamando la atención la educación comparada. Así pues, ando en una bonita aldea leyendo sobre el tema. A poco que siga profundizando, vendré a mi blog pedagógico a informaros.



Aquí la fuente:
Cousier, Etat de l’instruction secondaire dans le royaume de Prusse pendant l’annèe 1831 pour faire suite du mémore sur l’instruction primaire, Paris, 1834, p. 396.

Nada nuevo, todo bueno.

Al ser verano, las entradas al blog no han sido muy recurrentes. Era de preveer, uno descansa hasta de lo que le gusta.

Como en breves comenzaré de nuevo el curso, estrenando, espero, turno de mañana, volveré a este mundillo internauta de educación y cosas varias. Muchos sabréis que se andan haciendo recortes en educación y que no se trata de «2 horas», sino de miles de trabajadores que despachan sin ton ni son.

Lejos de eso, mi verano fue muy bien. Leí mucho más de lo que creí que iba a leer, me fui de vacaciones a Londres y a Isla Cristina, fui a un festival de música indie y comencé mil y una aventuras. Todo fue muy bien, no obstante, tengo apetencia de estudio y de superación.

Una semana y comienzo el curso. ¡Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos!

No olvidéis que educar es invertir en capital humano.

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