Muchas veces los padres, bien intencionados, intentan que sus hijos dediquen su tiempo libre a juegos constructivos, es decir, aquellos que pueden aportar alguna habilidad o conocimiento a su querido niño que pueda usar en el futuro. Estamos hablando de juegos de mesa que ayuden a retener el conocimiento que se está impartiendo en la escuela o juegos que te ayuden a desarrollar una nueva habilidad, ya sea aprender un idioma, saber más sobre un tema, etc.
El objetivo de los juegos constructivos es obvio, entretener al pequeño de la casa y a la vez, hacer que aprenda cosas interesantes e importantes para la vida. Obviamente, utilizar juegos constructivos con los más pequeños es siempre un acierto.
A veces, nuestro hijo o hija no quiere seguir aprendiendo la tabla de multiplicar en casa o no desea aprender como se dice “hola” en inglés. A veces, nuestros hijos sólo desean gastar su tiempo con juegos tontos, los llamados en inglés silly games. Cuando hablamos de juegos tontos se nos pueden venir a la cabeza distintas cosas: un niño peinando a un adulto para que esté más guapo, una niña haciendo que es un robot con rayos láser, un niño que comprueba si las pilas del mando, del reloj, del walki-talki están cargadas y un largo etcétera. Sigue leyendo Silly Games vs Constructive Games